Reparto: Andre Benjamin, Imogen Poots, Hayley Atwell, Ruth Negga, Adrian Lester
“El blues es fácil de tocar pero difícil de sentir” – Jimi Hendrix
No es coincidencia que este sonando “Killing Floor” mientras me dispongo a escribir estas líneas acompañado de una taza de café en una mañana soleada limeña. Aquel sonido casi endiablado que solo podía ser tocado por un notable zurdo y su Stratocaster, esa canción que le gustaba al mismísimo Dios, pero incluso para él le hubiera sido imposible tocar.
John Ridley quien fuera el productor de “12 años de esclavitud” se enmarco en una tarea dantesca, llevar por primera vez a la pantalla grande la vida – de quien para muchos el mejor guitarrista de todos los tiempos – Jimi Hendrix, y digo que es una tarea dantesca no solo por ese enorme peso que representa realizar un Biopic de un artista de la talla de Hendrix, Sino también por las dificultades que tuvo desde un inicio. Una de ellas tuvo que ver que a la negativa del propietario en ceder los derechos musicales del guitarrista, haciendo que en la película no se escuchara ninguna canción de Hendrix. Entonces, ¿Hacer una película de Hendrix sin su música? Esto pareciera un suicidio, pero Ridley logra burlar todas esas trabas y nos regala un trabajo altamente recomendable para todos los fanáticos del genio.
“Jimi All lis by mi side” es el biopic del guitarrista Jimi Hendrix la cual se centra en los años 1966 y 1967, año en la cual se produjera el encuentro entre el guitarrista con Linda Keith, novia en ese entonces de Keith Richards, quien posteriormente le presentaría a Chas Chandler, bajista de “The Animals”. Esta película huye de los clichés del biopic musical más típico (como es por ejemplo ‘Ray’ o ‘The Doors’), y nos lleva a los aspectos más personales del posiblemente mejor guitarrista del siglo XX y esta avezada decisión quizás pudo jugarle mal al director, ya que cuando se trata de un músico como Hendrix y para todos los fanáticos que amamos su música hubiéramos querido ver con una gran carga musical con todos sus éxitos y todas sus creaciones, su crecimiento y formación como músico y como dio paso a convertirse en una leyenda del rock, esto no se ve, ya que la familia de Jimi jamás cedió los derechos. Sin estos importantes momentos la película decae un poco, pero Ridley da paso a su talento y encuentra petróleo en donde pensábamos que no podía haber.
Las buenas actuaciones ayudan a que la película destaque, André Benjamin – quien goza de un parecido al guitarrista- ofrece una notable interpretación como Jimi, aquí trabajó hasta el cansancio en los gestos y en la forma de hablar y el buen resultado se ve reflejado en la cinta, Imogen Poots resulta también una creíble Linda Keith. Asimismo, Andrew Buckley compone un consistente Chas Chandler.
Uno de los momentos altos de la cinta es la recreación del encuentro que sostuviera Hendrix con Eric Clapton. Este monumental encuentro seria conocido por toda la humanidad como “el día en que Hendrix mato a Dios” y no profundizare en ello para no echar a perder esa notable escena.
La película sin profundizar mucho en la vida de Hendrix logra a mostrarnos a un real Jimi, una persona tímida, introvertida, quien odiaba su propia voz y que creía que era el peor cantante del mundo; pero al mismo tiempo lleno de complejos, inocente en su relación con los demás, y que como muchos otros en su situación, no supo digerir bien la fama y la riqueza. Un genio natural que no era consciente de su propia genialidad ni de la reacción que suscitaba en las demás personas, no digamos en los músicos.
Jimi Hendrix a pesar de haber tenido una vida tan precoz fue un artista que revoluciono el género rock, marcando un antes y después, todo esto gracias a su enorme talento innato y su extraña obsesión que tenía por su guitarra, se dice que solo se separaba de ella cuando se iba a dormir. Artistas de la talla de Jeff Beck, Pete Townshend, Peter Green, John Lennon, Paul McCartney, Mick Jagger, Brian Jones, todos se volvieron sus fans, y de pronto fueron obligados a ponerse a la altura de Hendrix quien reescribió las reglas del juego del Rock en una sola tarde. Incluso el propio Clapton se vio afectado por Hendrix al grado que comenzó a dejar su cabello crespo igual que el de Jimi en un afán de no dejarse opacar por él.
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