SUPERMAN

Es el extraterrestre más famoso del mundo, con el permiso de ALF, E.T. o algún otro alienígena que se sienta perjudicado. Vino de una galaxia muy lejana y aunque se adscribe más al género de superhéroes es para muchos nuestro alien favorito.

Nacido en Kriptón bajo el nombre de Kal fue enviado por sus padres Jor-El y Lara a la Tierra salvándolo de la destrucción de su planeta natal, viajó a bordo de su nave-cuna atravesando el universo y aterrizó en Kansas, EEUU, cerca de la población de Smallville (Villa Chica) donde fue criado por el matrimonio Kent, Martha y Jonathan, quienes lo bautizaron como Clark.
Desde los primeros días los Kent supieron que el niño tenía un destino especial. Su excelente salud venía acompañada de extrañas habilidades como gran fuerza física, un desarrollo impresionante de sus 5 sentidos y más tarde averiguarían que no había elemento terrícola que pudiera dañarlo, que podía ver través de superficies sólidas (menos el plomo), que su velocidad era inconmensurable y que podía saltar muy muy alto e incluso volaba.

 

 No fue sino hasta la muerte de su padre adoptivo, a quien no pudo salvar y quien le advierte de su grandeza (Si estás aquí es por algún motivo), que se encaminó al Polo Norte donde lanzando un cristal que halló en la nave en la que vino que se construyó su refugio al que llamaría La Fortaleza de la Soledad. Ahí descubrió la forma de contactarse con su padre biológico quien se aseguró de completar su educación física y mental, pero sobre todo le enseñó que su naturaleza superior le acarreaba la responsabilidad de cuidar al planeta (y a sus habitantes por supuesto) que lo había adoptado.

Personaje creado por Jerry Siegel y Joe Shuster en 1933 cuyo periplo hasta convertirse en el héroe por antonomasia de la DC Comics sería motivo para un artículo muy extenso, había llegado al cine en forma de un serial de 15 episodios en 1948 protagonizado por Kirk Alyn y dirigida por Spencer Gordon Bennet y Thomas Carr ; en los 50 George Reeves encarnaría al kriptoniano a lo largo de 104 episodios catódicos y al quedar tan encasillado en su rol desembocaría en una leyenda urbana que incluiría su todavía confusa muerte.

A finales de los 70 los productores Alexander e Ilya Salskind aprovechando el éxito de Star Wars (película influyente desde el infinito y más allá) financiaron el proyecto de llevar la historia del hombre de acero a la pantalla. Richard Donner sería en encargado de llevar a buen puerto la vida de este hijo de las estrellas.

SIPERMAN BY RICHARD DONNER, 1978.

Con un elenco multiestelar que causara envidia a todas las películas de catástrofes (Marlon Brando, Gene Hackman, Margot Kidder, Susannah York, Glenn Ford, Terence Stamp, Valerie Perrine, Jackie Cooper, Ned Beatty, Maria Schell, Trevor Howard y no sigo porque se me va la idea principal) y un desconocido de nombre Christopher Reeve que, aunque llegarían otros y hubo antes también, para la generación a la que pertenezco y posiblemente para muchos que vendrían después, es la imagen que nos llega a la cabeza y al corazón cuando alguien menciona el nombre de Superman.

La trama en su primera parte está apegada a lo redactado en la introducción con un prólogo que nos muestra al padre de Kal-El juzgando a 3 criminales impresentables que corresponden a Zod, Ursa y Non cuya condena es prisión perpetua en la Zona Fantasma, especie de limbo intergaláctico donde los malvados purgarán por los siglos de los siglos.

A su regreso luego de su instrucción cósmica el joven Clark Kent encuentra trabajo en la ciudad de Metrópolis como periodista en diario “EL PLANETA” donde conocerá y se enamorará de Lois Lane, mujer llamada a atraer problemas, pero vamos, a algunos les gustan las mujeres así, y desde donde puede tener información de primera mano de lo que ocurre en el mundo. En su debut salva a Lois de un accidente de helicóptero, impide la eminente colisión del AIR FORCE ONE, atrapa a un ladrón escalando un edificio y rescata a un gato. Ya tenemos una leyenda.

Lex Luthor, la mente criminal más grande del mundo, intenta ocasionar un desastre en California con lo que conseguirá el mayor negocio en bienes raíces de la historia y sabe que el recién llegado será un óbice para ello. Entonces acompañado por el poco lúcido Otis (así se destaca más su maldad) y la sexy señorita Teschmacher urden un plan para eliminarlo consiguiendo la única sustancia que es letal para el héroe: la kriptonita, elemento radiactivo proveniente de su planeta natal. Sin embargo y como todos sabemos no habrá obstáculo para defender el bien y la justicia aunque al final deba rebelarse contra la prohibición de Jor-El de intervenir en el destino de la Tierra y preferir el consejo de Jonathan. Estás aquí por una razón.

Para la época sus efectos especiales eran tecnología de punta, quizá ahora los soslayamos con la nostalgia, pero viendo volar a Superman quien no se emocionó y sobre todo en aquella poética escena donde lleva a Lois a su lado mientras ella toda enamorada le invita a leer su mente. La película destilaba mucha ingenuidad y quizá le faltaban las grandes destrucciones de las que ahora el cine abusa, que los villanos eran más ridículos que malvados también tenía su gracia, que solo unas gafas protegían la personalidad secreta también podíamos pasar por alto, pero que nos enteremos pasados los años que la segunda película del superhéroe sí iba, y de hecho fue filmada en gran parte por Donner y que por avaricia de unos ricachones solo pudimos disfrutarla en formato doméstico mucho tiempo después, eso sí es peor que todas las andanzas mentalizadas por el calvo némesis de nuestro alienígena por excelencia.

Los Salkind planearon la filmación simultánea de 2 películas pues estaban seguros del éxito de la primera entrega en 1978, sin embargo circunstancias sobre todo económicas produjeron el despido de Donner cuando ya gran porcentaje de la segunda parte estaba filmada y reemplazaron la dirección por Richard Lester quien terminó el rodaje y en un acto poco ético se llevó los créditos completos de un filme bastante interesante y divertido en 1980, y hasta obtuvo el contrato para la tercera cinta del superhéroe.

En el 2006, 26 años más tarde del estreno de SUPERMAN II la Warner anunció la conclusión de un viejo proyecto y los fanáticos pudimos al fin ver la versión de Donner, lo más próximo a lo que pudo haber sido y que en una suerte de justicia poética aprovechando escenas filmadas por Lester para guardar coherencia argumental se llevó a cabo.
Michael Thau, editor y productor, había realizado la restauración del director`s cut para Superman de Richard Donner en 2001 y le propuso concluir un sueño inconcluso. Desenterrando prácticamente toneladas de celuloide completaron un poco más del 80% de lo filmado por Donner con el resto realizado por Lester, se filmaron algunas escenas adicionales y aunque hicieron lo mejor que pudieron se le notan las costuras.

No obstante, con una tenacidad a prueba de toda Kriptonita, se nos entregó una obra de culto donde recuperábamos a Brando en unas secuencias imperdibles (atención a la mirada de Jor-El a Luisa) donde la carga épica del primer cineasta superaba a la comedia del usurpador, donde las motivaciones de los malvados eran más claras y el soporte de los secundarios se justificaba, e incluso Lois no era tan pánfila porque su desempeño era vital para la trama y entendemos mejor el sacrificio del héroe y su conflicto.

Después aterrizaron otros sustitutos y aunque en EL HOMBRE DE ACERO de Snyder existe un homenaje muy emotivo en una secuencia, yo me uno a la dedicatoria con que se inicia SUPERMAN II, THE RICHARD DONNER CUT: A Christopher Reeve, la persona que nos hizo creer que un hombre podía volar.