The Descendants / Los Descendientes
Dirección: Alexander Payne
Año: 2011
George Clooney, Shailene Woodley, Amara Miller, Nick Krause, Patricia Hastie, Matthew Lillard, Judy Greer, Beau Bridges, Robert Forster
Matt King (George Clooney), casado y padre de dos niñas, se ve obligado a replantearse la vida cuando su mujer sufre un terrible accidente que la deja en coma. Intenta torpemente recomponer la relación con sus problemáticas hijas -la precoz Scottie, de 10 años (Amara Miller), y la rebelde Alexandra, de 17 (Shailene Woodley)- al tiempo que se enfrenta a la difícil decisión de vender las propiedades de la familia. Herederos de la realeza hawaiana y de los misioneros, los King poseen en Hawai tierras vírgenes de un valor incalculable. (FILMAFFINITY)
Basada en la novela de Kaui Hart Hemmings y ganadora del Globo de Oro en las categorías de mejor película dramática y mejor actor dramático (George Clooney) Alexander Payne (“Entre Copas”, “Nebraska”) nos regala una excelente película la cual refleja la vida misma. Llena de contradicciones, altibajos, dura, pero con mucha esperanza. Esperanza de encontrar esa estabilidad emocional, hallar la luz....
¿Es que así no somos los seres humanos? Con muchas contradicciones de por medio, muchas aristas antagónicas que nos llevan a pensar que existen fuerzas sobrenaturales las cuales hacen que nuestras vidas se lleguen a ordenar en un determinado punto, y que la dotan de un significado. Pero salimos y nos chocamos con la realidad, una que en muchas ocasiones es dura y es allí donde aprendemos algo. Que lo que llamamos “fuerza de voluntad”, es la que nos da el impulso necesario para soportar los golpes de la vida, esos golpes que son más fuertes que la furia de Dios como diría Cesar Vallejo, y así poder seguir adelante, aprendiendo de los viejos errores, que nos moldean y nos hacen más fuertes frente a las adversidades.
Pero llevar a las pantallas esto que te acabo de contar no resulta para nada sencillo, hay que ser un verdadero “arquitecto del cine” para encontrar la forma de hacerlo y Payne es ello y mucho más.
Alexander Payne se erige como uno de los más grandes directores del cine norteamericano contemporáneo pero que no ha recibido el reconocimiento que realmente se merece. Si bien es cierto que el director viene del árbol genealógico de Billy Wilder y Sturges, Payne a diferencia de Wilder no siente el “desprecio” a sus creaciones. Un verdadero artesano con una increíble prolijidad a la hora de dotar de personalidad a todas sus películas sin llegar a sobrevaloraciones.
Realizado en el paraíso de cualquier bañista, el director nos deja ver lo hermoso de Hawai, piscinas tapizadas, muchas camisas florales y los últimos paisajes vírgenes que han sobrevivido de todo el boom inmobiliario perpetrado salvajemente en esta zona. Todo esto conforma el sorprendente escenario en la cual se desarrolla la película.
Geoge Clooney sorprende con este personaje, algo que rompe con lo que por años nos había regalado. Dejando atrás esa imagen de galán maduro, da pie a una magistral interpretación de un personaje perdedor quien lucha sin éxito para evitarlo. Teniendo a su mujer en coma se entera que esta le ha sido infiel, algo que atormentara su aparente tranquilidad, llevándolo a un estado de estupefacción frente al dolor, pasando por la rabia, el dolor, la duda, todo esto realizado con un alto grado de credibilidad y solvencia. A ello sumarle la pésima relación con sus hijas, es inevitable pues que las tensiones empiecen a crecer, los sentimientos reprimidos afloran y con reacciones tan diversas como la vida misma.
“Los descendientes” coloca al director en un peldaño más alto – si es que ya no lo estaba con sus anteriores trabajos – frente a sus colegas. Un excelente drama revestido de comedia y acompañada de una visión, hasta cierto punto, cínica de la vida.
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