Producida
por San Raimi y basado en un cómic publicado
en el año 2002, 30 Days Of Night es
una historia que bebe de las mejores historias de terror, con un humor añejo y
efectivo, el impactante arte digital de Ben
Templesmith en simétrica pared con el autor Steve Niles recrean una atmósfera fría, lúgubre hasta lo indecible,
esta dupla es capaz de trasmitir, con unos trazos tan elementales que parecen
salidos de la pluma de un infante, lo que refuerza ese horror primigenio ante
el acecho de un cazador que lo avasalla y supera con creces.
El cómic, como es común
en estos casos, se diferencia mucho de la encarnación en pantalla, quizás se
extrañe esa simpleza en sus dos primeras partes y esa narrativa muy descriptiva
en la transformación clave al final del relato, que se ve torpemente retratada
en el filme.
estamos ante una clase de cine de vampiros
que, junto a “Vampiros de Carpenter”, se sacuden de toda la idiota tendencia de
hadas de luz, que buscan consuelo en adolescentes aburridas y de poca autoestima,
simplemente se las comen sin mucho tramite (y cuando hablamos de devorar a sus
víctimas, pues es así…) otro de los aspectos significativos de la trama es el
entorno en el que los acontecimientos de la cinta se suceden: ese escenario en
la parte mas septentrional de Alaska, el poblado de Barrow, donde existen 30 días
de luz solar y otros 30 de noche al año.
Se
prepara el escenario con una tranquilidad y mesura agobiante, desde la manera
como se proceden a cortar las comunicaciones, asesinar a los perros del pueblo,
durante el primer tramo de la cinta ya estamos al tanto de que algo va a ocurrir,
el guion no está para sorprendernos con un falso suspenso y ese guiño desalmado
hacia el espectador es solo la confirmación de lo que va a ocurrir en el
segundo tramo. Los vampiros no están para ejercicios de seducción, tampoco para
jugar con sus victimas, vienen a alimentarse y tienen que aprovechar todo la
oscuridad que puedan, visten de negro y revelan sus fauces sangrantes con un evidente
orgullo, como si el carmesí chorreante en la ropa y su piel se convirtieran en
una marca prestigiosa, tampoco son unas criaturas bestiales y torpes, dialogan
en un arcano idioma de los países bálticos pero solo para comunicar lo
indispensable de la cena.
Aquí
vemos a los protagonistas que no son héroes ni mucho menos, asumen su rol en
este “survival horror”, al menos están dispuestos
a no ser unas presas tan fáciles de servir.
El
tramo final de la cinta quizás sea el mas flojo de todos, con un “deux machina”
poco logrado, precisamente por la poca pericia del director, ya que la
descripción del cómic adquiere una calidad literaria que no logra replicarse en
la cinta, al contrario se ve torpe e ilógica, esto lamentablemente es uno de
esos factores que lastran de alguna Manera el relato, aunque no le quita méritos
a la bonita escena final (que fue copiada en otra cinta también basada en un
cómic de vampiros).
Con
sus defectos: la atmósfera, el diseño, el original argumento. Es una cinta muy
recomendable que tuvo una precuela directa para el mercado casero.
Año: 2007
Duración: 113 min.
País: Estados Unidos Estados Unidos
Director: David Slade
Guion: Steve Niles, Stuart Beattie, Brian Nelson (Cómic: Steve Niles, Ben Templesmith)
Música: Brian Reitzell
Fotografía: Jo Willems
Reparto: Josh Hartnett, Melissa George, Ben Foster, Danny Huston, Manu Bennett, Kate O'Rourke, Mark Boone Junior, Craig Hall, Joel Tobeck
Productora: Coproducción USA-Nueva Zelanda
Género: Terror. Thriller | Vampiros. Cómic.
Marco Masama
No hay comentarios.:
Publicar un comentario