EL CABALLERO DE LA NOCHE.
(THE DARK KNIGHT, Christopher Nolan, 2008)
El hombre murciélago en su penúltima interpretación cinematográfica, no precisamente por ser la segunda de la trilogía de Nolan sino porque Christian Bale lo encarnó antes de Ben Affleck, ha sido considerada como la mejor película de superhéroes de la historia. Su guión complejo con una serie de elementos del más destacado neonoir y una precisión narrativa envidiable ha llegado a gustar a gente ajena al género y es el non plus ultra de nosotros, los batifans, que luego de años de espera tuvimos al BATMAN que merecíamos.
Secuela de Batman Begins, filme que había resucitado al encapotado luego de la debacle ocasionada por Schumacher años atrás, de la mano de Christopher Nolan y concebida como una trilogía donde el enfoque al personaje creado por BOB KANE volvía a su orígenes oscuros y nos encontrábamos con un hombre condenado a asumir un rol de vigilante y vengador antes que de tradicional héroe, un individuo sin más poderes que su ingenio, su preparación física y afortunadamente dueño de una inmensa fortuna que le permitía provisionarse de tecnología de avanzada en su lucha contra el crimen. El Batman de Nolan se alejaba del universo fantasioso poblado de metahumanos e iba al sórdido mundo donde para cumplir su misión debía ocultar su personalidad bajo un disfraz que aterrara a los delincuentes pero que también inspiraba a psicóticos personajes como su némesis. Fulanos completamente desquiciados prófugos de un manicomio vestidos como payasos del infierno.
El Guasón es un psicópata que quiere ver arder el mundo. No va por dinero ni por el poder en sí, quiere crear un caos total y reconoce que para su yin hay un yang pues su antítesis es el caballero oscuro. Para lograr su plan destrozará todo cuanto se cruce en su camino y para demostrar que su locura no es chifladura sino algo más allá de la maldad hasta corrompe al único hombre bueno de ciudad Gótica, llevando al caballero blanco a sus límites convirtiéndolo en un monstruo.
Un largometraje que desde su primera secuencia anuncia que lo que vamos a ver nos tendrá pegados a nuestros asientos. ¿ Por qué tan serios? Argumentará el villano llevándonos a través de una trama sinuosa, jugando con elementos que creemos saber de fuentes pretéritas. Y en el recorrido irá haciendo volar por los cielos lo que le dé la gana con tal de probar su teoría que la locura es igual a la gravedad: Solo hay que darle un empujón.
La galería de personajes presentes ya los conocimos en la precuela. El Bruce Wayne de Christian Bale ya no busca venganza y quizá aspira un lugar donde redimirse. De día es un millonario irresponsable y en la noche viste de negro para dar caza a los maleantes, aquellos que quedaron después de la limpieza realizada en la primera parte. En casa lo acompaña su fiel mayordomo, Alfred Pennyworth, lo más cercano a un padre que ha tenido jamás, un astuto y mordaz británico que es el único capaz de decirle en su cara sus verdades y sugerirle también que debe hacer con su vida, la pública y la secreta. Michael Caine lo interpreta con total gracia y credibilidad. El teniente, y luego comisionado de policía, Jim Gordon, quien fuera el único policía incorruptible de la ciudad, ahora se jugará a sus seres queridos en esta nueva cruzada. Magnífico Gary Oldman. Maggie Gyllenhall reemplaza a Katie Holmes como Rachel Dawes (mucho mejor que su predecesora) , interés amoroso del señorito Wayne y pan de la discordia con el fiscal Harvey Dent (Aaron Eckhart), apodado primero, y posteriormente transfigurado en Dos Caras, un héroe que vivió lo suficiente para convertirse en villano. Morgan Freeman es Lucius Fox, proveedor de los increíbles juguetes que dispone nuestro cruzado e incondicional aliado.
Sin embargo la obra reluce gracias al malo de la película. Y si bien toda peli de superhéroes es tan grande como grande es su villano, el Guasón de Heath Ledger, eleva a las proporciones de épico este film. Es de sobra sabido cómo se preparó y las bondades de su caracterización que incluso hizo olvidar a la de Nicholson en su antepasado burtoniano. Colosal es poco y sus reconocimientos póstumos más que justos.
Al final nuestro héroe hará un sacrificio por el bien de su ciudad. La cinta se cierra con las palabras de Jim Gordon a su hijo una vez que Batman que acepta su destino:
"Porque debemos atraparlo. Porque es el héroe que se merece la ciudad, pero no el que necesitamos. Así que lo perseguiremos hasta el final de los días. Porque él no es un héroe, es un guardián silencioso, un vigilante protector, un caballero de la noche."
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