Anna Karina, cuyo nombre real era
Hanne Karin Bayer, no tuvo una infancia fácil en su natal Dinamarca, entre la
casa de sus abuelos, casas de acogidas y la de su madre, siempre trató de
escapar de su realidad. A los 17 años escapó de Copenhague y llegó a París, en
donde buscó lograr su sueño, ser actriz. Sin embargo se inició modelaje
publicitario y de casas de moda, en donde la legendaria Coco Channel le
sugeriría su conocido nombre artístico. En 1959, grabaría un anuncio comercial
para un jabón de baño que le cambiaría la vida.
En esa época Jean-Luc Godard era
de los jóvenes críticos de “Cahiers du Cinema”, una reconocida revista francesa
de cine, que buscaba hacerse un nombre como director. Tras varios cortometrajes
y proyectos fallidos, tenía su oportunidad de oro con el proyecto de “À bout de
soufflé / Al Final de la Escapada” con un guion escrito por él mismo y François
Truffaut. El popular anuncio de jabón de baño captaría la atención de Godard,
ofreciéndole un papel importante en la película a la modelo Anna Karina, quién
rechazó el papel por incluir escenas de desnudo. Ante su negativa, Godard
decidió prescindir de este personaje en su película, pero no pudo borrar a Anna
de su cabeza.
Al año siguiente, Godard volvió a
ofrecerle un papel a Anna Karina en su nueva película “Le Petit Soldat / El
Pequeño Soldado”, en esta ocasión Anna aceptó, e hizo venir a su madre desde
Dinamarca para la firma del contrato, pues ella era menor de edad. Según una
entrevista que brindó Anna Karina en 2013, el rodaje de “Le Petit Soldat” en
Ginebra, Suiza, fue tenso y lento, ella desconfiaba de ese tipo de gafas
oscuras y aspecto extraño, el juego de miradas entre ambos causo problemas a
Anna Karina con su novio, un pintor que también se encontraba en el rodaje.
Tras un furtivo encuentro entre ambos, un amor a segunda vista surgió. Anna
Karina abandonó a su novio, y se marchó con el director a París. Algunos
miembros del equipo de producción aseguraron que Godard retrasó el rodaje para,
a su manera, cortejar a la modelo.
En marzo de 1961, contraerían
matrimonio en París, durante el rodaje de su segunda película en conjunto “Una
mujer es una mujer”. Fue una relación tormentosa, los celos de Godard, la
imperiosa necesidad de afecto de Anna; la adicción al trabajo de él, la sensación
de soledad y abandono de ella… Cuando quedó embarazada durante la grabación de
“Mujer es una mujer”, las cosas parecían cambiar, pero cuando perdió al niño
durante una de las prolongadas ausencias de Godard, quedó sumida en una
depresión que tiñó de tristeza los años restantes de su matrimonio, y añadió un
fondo de amargura a las intensas emociones que sentía hacia su esposo.
Hubo
fuertes discusiones, varias separaciones definitivas seguidas de apasionadas
reconciliaciones, tres intentos de suicidio y una temporada de internamiento
psiquiátrico. Aún con este trasfondo sombrío, Anna Karina sería la musa de
muchos de los siguientes proyectos de Jean-Luc Goddard, que se convertirían en
los más recordados en la carrera de ambos y del movimiento de la nouvelle
vague, incluyendo títulos como: “Vivir su vida” (1962), “Bande à part” (1964),
“Alphaville: une étrange aventure de Lemmy Caution” (1964), “Pierrot le fou”
(1965), y “Made in U.S.A.” (1966). Sus colaboraciones con Godard terminaron
poco antes que su matrimonio, cuyo fin tuvo lugar en 1967. Después de la
separación, Karina dijo: “Él fue y seguirá siendo el más grande amor de mi
vida”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario