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"Cinema Paradiso"

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domingo, 10 de septiembre de 2017

WESTERN: SOMBREROS Y PISTOLAS: “The Man Who Shot Liberty Valance / El Hombre que Mató a Liberty Valance” de John Ford (1962). – Por Frank Binueza


SINOPSIS.

Un anciano senador del Congreso de los Estados Unidos, Ransom Stoddard (James Stewart), relata a un periodista la verdadera historia de por qué ha viajado junto a su mujer Hallie (Vera Miles) para acudir al funeral de un viejo amigo, Tom Doniphon (John Wayne). Todo comenzó muchos años atrás, cuando Ransom era un joven e idealista abogado del este que llegó en diligencia a Shinbone, un pequeño pueblo del Oeste, para ejercer la abogacía e imponer la ley. Poco antes de llegar a su destino, es atracado y golpeado brutalmente por el temido pistolero Liberty Valance (Lee Marvin). Tras ser dejado por muerto, es encontrado por Tom Doniphon, quien lo lleva a Shinbone, en donde es atendido por Hallie y su familia. El testarudo Ransom decide quedarse en el pueblo, y hacer imponer la justicia, sin embargo única ley que Liberty Valance entiende, es la ley que imparte una pistola…


UN WESTERN ATÍPICO EN MEDIO DE LA AGONÍA DEL GÉNERO

Para mediados de los años 60’s, el western parecía destinado a desaparecer, las tramas repetitivas, la saturación de películas del género y el cambio en los gustos del público, estaban haciendo mella en los directores que como John Ford, se habían hecho un nombre dirigiendo las “películas del oeste”. Y es quizá por eso que el propio Ford nos muestra una cinta que sería predecesora a un subgénero bastante utilizado a finales de los 70’s e incluso en los 90’s, el western crepuscular o revisionista, en el que se mira con cierta nostalgia las épocas doradas del género, al mismo tiempo en el que se cuestionan los valores clásicos del mismo, con personajes con dualismo moral, que no se quedan en el clásico “héroe” o “villano”, sino que son personajes más reales.


Precisamente “The Man Who Shot Liberty Valance”, nos muestra el choque frontal entre dos “culturas” que sin embargo convivían en esa época, pero que pocas veces se vio en escena. Por un lado tenemos al “antihéroe urbano” de James Stewart, idealista e inteligente, que sin embargo ve como sus valores son pisoteados por el carácter indomable del Viejo Oeste, mientras observa como la pasión supera a la razón; por otro lado tenemos a John Wayne, el “vaquero clásico”, que sin embargo no es tan bonachón o heroico como otras representaciones anteriores, es más bien un hombre arrogante y egoísta, “el único que puede enfrentarse a Liberty Valance”, en sus propias palabras, pero que deja que el pistolero haga de las suyas. 

Además de esto, la película toca temas atípicos para el género, como el empoderamiento de la mujer (la ganas de Hallie, una inceíble Vera Miles, en aprender a leer), pequeños atisbos del racismo en el Viejo Oeste (cuando Pompey, Woody Strode, entra al bar), o temas de política, la subtrama principal de la lucha entre los pequeños granjeros y los grandes terratenientes, que a la postre se convertiría en la principal motivación de la película. Aunque este no fue el último western de John Ford, es obvio que lo dejaba como claro testamento de mejores épocas de un género agonizante.


LUCHAS EN BLANCO Y NEGRO

Considerado como uno de los westerns más importantes de la historia del cine, la película fue grabada en blanco y negro, en contraste con filmes anteriores de John Ford como “The Searchers” y “She Wore a Yellow Ribbon”, grabados a todo color; quizá por el tono de la historia, o por el uso de los claroscuros de varias escenas importantes, el propio Ford aseguró que “The Man Who Shot Liberty Valance” no hubiese funcionado de la misma forma si no se hubiera filmado así. Uno de los puntos más destacado es la falta de grandes vistas al aire libre, una suerte de reimaginación del Oeste, un retrato más realista y menos romántico del ambiente.

Si la lucha entre Wayne y Stewart por el protagonismo en escena no es suficiente, los sucesos tras la cámara fueron aún más épicos. Constantemente John Ford recriminaba a Wayne por no haber servido en la Segunda Guerra Mundial, en donde Ford grabó una serie de documentales bélicos en donde resultó herido, y donde Jimmy Stewart sirvió como piloto de combate; entre eso y las intromisiones del estudio, la relación entre Wayne y Ford se encontraba en un punto delicado, que sin embargo sobrevivió el paso del tiempo.


Contrario a otros filmes de Ford, esta película contiene un complejo mensaje progresista, contradictorio y extraño a la vez dentro de un western de la época, ya que muestra la evolución de la sociedad y del hombre, y por lo tanto que la civilización se impondrá al indomable Viejo Oeste, pero que sin embargo al margen del Estado de Derecho, existirán hombres que combatirán a ciertos elementos de la sociedad que no respetan las normas y la convivencia. Sin ese tipo de hombres no hubiésemos tenido ni tendríamos la paz de la que ahora disfrutamos. En eso radica la contradicción y complejidad del mensaje de la historia, el hombre que mató a Liberty Valance está fuera de la ley, pero sin él el pueblo de Shinbone y la sociedad misma, no tendrían futuro.


FICHA TÉCNICA:

Película: “The Man Who Shot Liberty Valance” (1962)
Director: John Ford
Guion: James Warner Bellah y Willis Goldbeck, basado en una historia de Dorothy M. Johnson.
Reparto: James Stewart, John Wayne, Lee Marvin, Vera Miles, Edmond O'Brien, Andy Devine, Ken Murray, John Carradine, Jeanette Nolan, John Qualen, Woody Strode, Lee Van Cleef, Strother Martin, Denver Pyle.
Género: Western, Drama.


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