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"Cinema Paradiso"

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sábado, 10 de junio de 2017

FESTIVAL DE CANNES Y EL CINE FRANCES: "4 MONTHS, 3 WEEKS AND 2 DAYS" DE CRISTIAN MUNGIU (2007) - Por Paul Torres.


"4 Months, 3 Weeks and 2 Days / 4 meses, 3 semanas y 2 días"


Ficha Técnica: 
Dirección: Cristian Mungiu
Pais: Rumanía 
Año: 2007
Reparto: Anamaria Marinca, Vlad Ivanov, Laura Vasiliu, Alexandru Potoceanu
Premios: Palma de Oro y Premio de la Crítica (Festival de Cannes 2007)



Sinopsis:
Rumanía, durante los últimos días del comunismo. Otilia y Gabita son estudiantes y comparten habitación en una residencia en Bucarest. Gabita está embarazada, pero no quiere tenerlo. Las jóvenes acuerdan un encuentro con un tal Mr. Bebe en un hotel barato, para que le practique un aborto ilegal.



“4 meses, 3 semanas y 2 días” es una película sobre el derecho al aborto, pero quedarse en solo eso sería limitar el valor de este desasosegante y excepcional film. El ambiente opresivo de la Rumanía de los últimos años de la dictadura de Ceaucescu invita en principio a contar un simple relato de denuncia social (la prohibición del aborto en 1966 elevó los índices de natalidad y llevó a la muerte a más de 500.000 mujeres por abortar ilegalmente). 



Sin embargo Mungiu utiliza ese contexto para exponer el auténtico tema central del film: el miedo. Ese miedo que flota en el ambiente, que casi se puede tocar, cuyo poder te paraliza y permite al espectador experimentar lo que supone la falta de libertad. Es el miedo a cualquier mirada, a cualquier descuido fatal, un miedo que hace que te sientas atrapado. Elegir la tétrica Bucarest de los 80 como telón de fondo no fue casualidad.


Gran parte de la película está rodada cámara en mano, muy al estilo de los hermanos Dardenne (L’Enfant, Rosetta), lo que sumerge de lleno al espectador en el ambiente de Bucarest y consigue que te identifiques con la protagonista y su particular periplo por la capital rumana. Este recurso se alterna con planos fijos, algunos muy prolongados, que ayudan a crear una sensación de angustia y opresión al más puro estilo Michael Haneke.



El film roza, sin serlo, el melodrama. Se obvian ciertas escenas muy duras, mientras otras se retratan de manera explícita, desagradable y un tanto innecesaria.


Una película para recordar, de las que te dejan un poco tocado, genial para pasar un magnífico mal rato.


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