(México- Coproducción con Países Bajos- Francia - Alemania)
Dir. Carlos Reygadas
Guión : Carlos Reygadas
Duración : 145 minutos
Johan es un hombre casado y devoto padre de familia en una comunidad menonita en el estado de Chihuahua al norte de México. Vive una vida piadosa, simple y llena de trabajo duro hasta que se enamora y tiene una relación con otra mujer, Marianne, que también forma parte de la comunidad. Tanto el padre de Johan, su esposa Esther y su mejor amigo conocen su deshonra y el se ve plagado por el sufrimiento que le provoca su pecado.
Los menonitas son una rama pacifista y trinitaria del movimiento cristiano anabaptista que tuvo su origen en Suiza en 1525 con doctrinas basadas en la Biblia y creencias de su fundador Menno Simmons. Los menonitas se establecieron en México a principio del siglo XX y mantienen la creencia de abstenerse de hacer juramentos, participar en acciones militares o en el gobierno civil. La comunidad menonita que actualmente reside en México ha adoptado algunas de las costumbres modernas como el uso de automóviles y equipo de granja pero se mantienen arraigados a sus creencias religiosas y no participan en las practicas y costumbres de la comunidad secular.
“Luz Silenciosa” fue filmada en consulta directa con los grupos menonitas de México y la mayoría del dialogo es en Plautdietsch, un dialecto del bajo alemán. Tiene unas sorprendentes actuaciones por actores no profesionales, quienes realmente son parte de este grupo étnico, esto le da una tono de pura realidad a la película que rara vez se ve en el cine. Reygadas trabaja principalmente con personas en su ámbito real para capturar la esencia verdadera del personaje, más que su habilidad por la actuación.
La cinta muestra una belleza física y poesía a las tareas y escenas cotidianas de la vida en el campo. A pesar de estar rodeada de un entorno religioso tiene poco énfasis en las creencias religiosas o la verdadera naturaleza de la crisis emocional y espiritual de Johan. Pero podemos ver, casi sentir, su sufrimiento y lucha interna por la verdad pero no el arrepentimiento necesario para obtener la redención. Johan sufre por lo que su traición le causa a su esposa y a sus hijos, a quienes ama profundamente, pero no puede dejar de amar también a Marianne.
La hermosa fotografía de Alexis Zabe (quién volvió a trabajar con Reygadas en Post Tenebras Lux en el 2012) es indispensable para la historia y logra crear un ambiente de crudeza y a la vez tranquilidad que casi se siente desbordar por la pantalla. Luz silenciosa recuerda a cintas de Andrei Tarkovsky y Robert Bresson pero Reygadas lo hace a su manera: la película comienza con solo los sonidos del alba y la naturaleza, si música o dialogo. Es simplemente impresionante. Existe algo casi mágico en la naturaleza si nos tomamos el tiempo necesario para apreciarla, una conexión casi sobrenatural entre el hombre y su entorno natural. Hay escenas en que la conexión se siente tan fuerte como el sentimiento del personaje.
Luz Silenciosa para muchos podría sentirse como “lenta” o sin significado pero logra mantener un diálogo constante con la audiencia. Nos lleva justo al interior del corazón humano para hacernos sentir las emociones y la devastación de los personajes. Nos recuerda que incluso en un lugar lleno de paz y sin aparentes problemas sociales también existe la tristeza y la soledad.
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