Sé que no podré decirles algo de Ciudadano Kane
que no hayan leído o visto antes y es que todos sabemos que es una de las
mejores películas de todos los tiempos.
Welles baso su personaje de Charles Foster Kein
en el famoso magnate millonario de la prensa
estadounidense William Randolph Hearst,
La película comienza con la noticia en los periódicos
de la muerte de este emblemático personaje, tras su último suspiro sólo exhalo
una palabra, Rosebud , en la búsqueda frenética
del periodista Jerry Thompson para saber lo que significaba esta palabra, se
acerca a las personas más cercanas al fallecido Charles, entre ellos su tutor,
su exesposa y su mejor amigo. Cada uno de estos singulares personajes relatan experiencias
vividas con Charles.
El mismo día que Charles Kane tomo posesión del
periódico, realiza su propia declaración de principios en la cual incluye dos
promesas que marcarán los ideales del periódico. Dos promesas impresas en la
primera plana del Inquirer “Yo le proporcionaré a la gente de esta ciudad un
diario que revelará las noticias de forma honesta” “Ademas, les ofreceré una
tenaz e incansable defensa de sus derechos como ciudadanos y seres humanos”.
Me gusta mucho como Welles desarrolla el papel de
Charles, ya que nos muestra la evolución de un individuo, un individuo joven,
idealista e impetuoso, que anhelaba cambiar el aparatoso sistema político que
sólo beneficiaba a los dueños del capital, desprotegiendo a la clase
obrera. Pero ¿qué es más peligroso que
un hombre con recursos, con acceso a la prensa y que quiere cambiar al mundo? Kane
poco a poco va mutando su espíritu se va
doblegando ante la decepción, al darse cuenta de lo iluso que fue al creer que
podía cambiar el sistema, y sus ideales se transforman en tormentosas quimeras.
Charles al final de cuentas era sólo un humano, capaz
de errar como todos, donde lo único que entrañaba era ser amado, que dedico su
último suspiro a Rosebud, la añoranza de la inocencia perdida.
Por Valentina Valentino
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