“Who's Afraid of Virginia Woolf? / ¿Quién le teme a Virginia Woolf?” es
una película dramática de 1966, dirigida por Mike Nichols, y
protagonizada por Elizabeth Taylor, Richard Burton, George Segal y Sandy
Dennis. Está basada en la obra teatral homónima de Edward Albee. El
título hace una referencia a la famosa escritora Virginia Woolf,
utilizándola como una parodia de la frase y canción clásica, "Who's
Afraid of the Big Bad Wolf?" ("¿quién le teme al lobo feroz?"). Esta es
la opera prima de Mike Nichols, director alemán de origen judío, que se
hiciera famoso como director de obras teatrales en Broadway.
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George (Richard Burton) y Martha (Elizabeth) son un fallido matrimonio que se profesa un odio sincero y salvaje. George es un profesor universitario de historia; Martha, es la hija del rector de la universidad donde él da clases, quien es una mujer frustrada y vulnerable. Un sábado por la noche, después de una fiesta, Martha invita a su casa a Nick (George Segal), un profesor recién llegado, y Honey (Sandy Dennis), su frágil esposa. La presencia de esta pareja no evita que Martha y George se humillen y maltraten como de costumbre. A través de este cruel juego salen a relucir los secretos maritales tanto de los anfitriones como de los invitados.
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George (Richard Burton) y Martha (Elizabeth) son un fallido matrimonio que se profesa un odio sincero y salvaje. George es un profesor universitario de historia; Martha, es la hija del rector de la universidad donde él da clases, quien es una mujer frustrada y vulnerable. Un sábado por la noche, después de una fiesta, Martha invita a su casa a Nick (George Segal), un profesor recién llegado, y Honey (Sandy Dennis), su frágil esposa. La presencia de esta pareja no evita que Martha y George se humillen y maltraten como de costumbre. A través de este cruel juego salen a relucir los secretos maritales tanto de los anfitriones como de los invitados.
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La premisa que la película nos ofrece es sencilla: “La miseria busca compañía”. George y Martha poseen personalidades autodestructivas, quienes conocen perfectamente las debilidades del otro y saben cómo explotarlas, son dos almas sadomasoquistas que a través de su supuesto “ingenio” tratan de hacer sentirse mal, y en el proceso incomodar a sus invitados. El debutante Mike Nichols logra transmitir los orígenes teatrales de la historia, por medio de diálogos incómodos, violencia física, excesos y vicios; mientras que el perfecto duelo actoral entre Elizabeth Taylor y Richard Burton, que en esa época estaban casados, es simplemente extraordinario e imperdible. Los insultos, amenazas, humillaciones, ironías y demás vejámenes del “juego” entre la pareja, serían impensables en la época más implacable del Código Hays, sin embargo “¿Quién le teme a Virginia Woolf?” fue beneficiada con la reciente abolición del mismo, y con la nueva Clasificación por Edades, que se acababa de aprobar.
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Con unas pocas locaciones
importantes (la habitación del matrimonio, la sala de la casa, el patio y
el bar de carretera), la película nos introduce en un pequeño mundo
donde la tensión se siente a flor de piel, un mundo en el que las dos
parejas parecen colapsar, en donde la brutalidad de la relación del
matrimonio de mediana edad, parece arrastrar al mismo abismo de
perdición a la joven pareja.
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Hay películas que edulcoran la realidad y te hacen disfrutar de lo hermosa que es la vida, con finales felices y todos muy contentos. Sin embargo, también existen películas oscuras y crueles, que tratan temas adultos y al final te dejan un sabor agridulce. Uno sabe que ha visto algo poco positivo pero al mismo tiempo te das cuenta que es algo sincero, una gran película, no una simple historia del montón. Eso es lo que pasa cuando ves ¿Quién teme a Virginia Woolf?
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SPOILER
Al final de la película, en el momento en el que es revelada la
verdadera razón de la relación amor-odio de la pareja, George vuelve a
decir la frase que se utilizó a lo largo de la película como chiste:
“¿Quién teme a Virginia Woolf?”', y seguidamente una abatida y muy
vulnerable Martha responde: “Yo le temo, le tengo miedo”, develando que
ella es la persona con más problemas en la relación, la más rota, la que
tiene miedo a una imaginaria figura que esconde los verdaderos
problemas de su vida, una situación que no es capaz de enfrentar…
Por Frank Binueza
La premisa que la película nos ofrece es sencilla: “La miseria busca compañía”. George y Martha poseen personalidades autodestructivas, quienes conocen perfectamente las debilidades del otro y saben cómo explotarlas, son dos almas sadomasoquistas que a través de su supuesto “ingenio” tratan de hacer sentirse mal, y en el proceso incomodar a sus invitados. El debutante Mike Nichols logra transmitir los orígenes teatrales de la historia, por medio de diálogos incómodos, violencia física, excesos y vicios; mientras que el perfecto duelo actoral entre Elizabeth Taylor y Richard Burton, que en esa época estaban casados, es simplemente extraordinario e imperdible. Los insultos, amenazas, humillaciones, ironías y demás vejámenes del “juego” entre la pareja, serían impensables en la época más implacable del Código Hays, sin embargo “¿Quién le teme a Virginia Woolf?” fue beneficiada con la reciente abolición del mismo, y con la nueva Clasificación por Edades, que se acababa de aprobar.
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Hay películas que edulcoran la realidad y te hacen disfrutar de lo hermosa que es la vida, con finales felices y todos muy contentos. Sin embargo, también existen películas oscuras y crueles, que tratan temas adultos y al final te dejan un sabor agridulce. Uno sabe que ha visto algo poco positivo pero al mismo tiempo te das cuenta que es algo sincero, una gran película, no una simple historia del montón. Eso es lo que pasa cuando ves ¿Quién teme a Virginia Woolf?
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SPOILER
Por Frank Binueza
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