Les dejo una de mis canciones favoritas que corresponde a la banda sonora Born To be Wild de Steppenwolf.
Sí les gusta el video, la película les encantará
Sí les gusta el video, la película les encantará
Este film es parte de una generación que rompe con el conservadurismo
conceptual que manejaba el cine, rompe las cadenas de lo utópico y
comienza a centrarse en lo que sucede a su alrededor, nos muestra un
cine más realista que abre las puertas al cine independiente, un cine
que muestra que con pocos recursos se pueden hacer excelentes tramas.
Si bien la generación beat fue la mentora de la contracultura
estadounidense, fueron sus discípulos quienes trajeron la verdadera
revolución cultural a este país. Y Son precisamente aquellos jóvenes,
que seducidos por esta nueva filosofía decidieron dejar atrás todos
aquellos prejuicios morales, de una sociedad mojigata con falsos valores
y doble moral que aun agonizante reprimía todo aquello que desconocía.
Estos jóvenes desafiaron el sistema en busca de la libertad, una
libertad hasta ahora desconocida, una libertad que fue empañada entre
los excesos de una libertad embriagantemente sexual, una libertad
psicodélica, una libertad arrebatadora, una libertad estremecedora.
El hito donde lo pragmático se desvanece y nace lo revolucionario, es
precisamente en este punto donde nuestros protagonistas Wyatt (Peter
Fonda) y Billy (Dennis Hopper) emprenden su mitíco viaje al Mardi Gras,
cabalgando en dos choppers. Durante este viaje vemos como nuestros
protagonistas interactúan con la sociedad. Vemos una cara de la sociedad
repleta de bondad, donde todo funciona a la perfección. El típico
granjero que les presta herramientas para que reparen sus motocicletas,
los clásicos viajeros errantes en busca de un aventón, la utópica
comuna que los acoge y alimenta durante su estancia. Pero todo cambia al
llegar a Nueva Orleans, todo se corrompe, es como si el viaje hubiera
sido una quimera y estuvieran envueltos en una realidad opresora.
Irónicamente son detenidos por desfilar sin permiso, durante su estancia
esa noche en la cárcel conocen al que se convertirá en su amigo y
compañero de viaje George Hanson (Jack Nicholson).
Es ahí donde
vemos la verdadera doble moral de la sociedad norteamericana, una
sociedad temerosa a lo desconocido. Desde que entran a un restaurante a
desayunar son presas de las miradas de todos los clientes, desde las
féminas atraídas por ellos, los típicos machos retrogradas y la falta
de atención por el personal del pequeño restaurante. Esa misma noche
mientras duermen al aire libre son, golpeados brutalmente, les
propinaron una golpiza a la que George no sobrevive.
En honor a
su reciente perdida ellos realizan un último viaje de regreso a Nueva
Orleans, no hacen el típico ritual de despedida, por el contrario
terminan el viaje como si George fuera con ellos. Entran a un prostíbulo
y contratan los servicios de un par de damas, las invitan a salir al
carnaval, en medio del alcohol y las drogas nos presentan una de mis
escenas psicodélicas favoritas.
Es entonces donde te preguntas
¿a qué le teme realmente la sociedad, a sus motos, a su forma de
vestirse, a las largas cabelleras, a su independencia, a su libertad o
meramente teme a no poder adaptarse a estos cambios? ¿Hasta dónde es
capaz de llegar la naturaleza humana?
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