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"Cinema Paradiso"

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martes, 27 de septiembre de 2016

"OPERAS PRIMAS": "THE SWORD AND THE SORCERER" (1982 DIRIGIDA POR ALBERT PIYUN) Por Christian Dorian

 


Un hawaiano que ha navegado por todo lo B, el fantástico, la distopia y la acción post apocalíptica, prueba de ello sus cintas como CIBORG 1988 la de Jean Claude Vam damnme para mí su mejor cinta, SUEÑOS RADIOACTIVOS 1985 joyita ultra B, y la versión de CAPITAN AMERICA 1990 uyy !!!! Que delicia!!!! Esta es puro culto freak así que Trabajo para marvel en tiempos diluvianos, respetos por favor! antes de hacer películas baratas para la productora CANNON en su adolescencia trabajo editando comerciales de televisión y películas regionales en Honolulu. Un día el actor TOSHIO MIFUNE lo invita a Japón para trabajar con AKIRA KUROSAWA como asistente (es decir llevando y trayendo la merienda y el sake del icónico japonés) en una serie de televisión donde el director de fotografía de Kurozawa TAKAO SAITO le ofrece una pasantía cinematográfica, ahí aprende conceptos básicos de producción. PYUN siempre ha dirigido con la dedicación y aplomo de un artesano ambicioso pese a siempre haber manejado bajos presupuestos y poca distribución, por eso su comparación constante en algunos medios "críticos" con ed wood es ridícula y mal intencionada, utilizando la lógica independiente: que algunas escenas de sus películas parezcan improvisadas no quiere decir que lo sean (¿?) ALBERT PYUN iba a ser el director de una versión con todas las de la ley de SPIDERMAN en los ochenta pero no se dio, habría sido para irse de espaldas!!!! 

 

Como sea, este film de espada y brujería que forjo todo un genero de cintas chungas en los ochenta comienza con una grandilocuente voz en off que nos narra como el malvado caballero Cromwell interpretado por el fantástico actor RICHARD LYNCH (el malvado por excelencia de los subproductos B ochenteros ) invoca un demonio colmilludo que emerge en una cueva dentro de una solución acuosa similar a mocos y le pide ayudarle a dominar todo un boscoso reino medieval cuya producción es papas y leche de cabra. Para eso mata a los reyes a decir verdad los reyes menos custodiados de la historia pero se le escapa el principito que dando un aullido en la distancian auch! NOOOOO!!!!! MALDITOS! Jura venganza. Así se criara entre ladrones y delincuentes espadachines y ya adulto trajeado con capa, hombreras, espada y tremenda peluca rubia saltara a la aventura como un héroe galán y mujeriego llamado TALON interpretado por el insípido actor de segunda línea LEE HORSLEY quien ultima mente apareció en Dajango de Tarantino. Esta cinta salía al mercado el mismo año que CONAN EL BARBARO, curiosamente ambas obtuvieron igual taquilla, solo que la que nos compete no tuvo reseñas pagadas en buenos periódicos y protagonistas ex campeones de fisicoculturismo que se la pasaban en cocteles puff!!! Les saco la lengua. 

 

CROWELL EL REY DE LOS BARBAROS está narrada brusca pero efectivamente con colores negro y rojizo azafrán supliendo así los baches argumentales con un buen diseño de vestuario, unos escenarios de calabozos y mazmorras interminables iluminados a punta de antorchas y exteriores muy bien escogidos que sumados a la fotografía competente y banda sonora rimbombante dan un inequívoco plus de gran film, acá no hay CHRISTOPHER NOLAN que valga! La película es ingenua, arquetípica y cumple como cinta dolorosamente dominguera. Tiene subtramas que nunca se concretan, edición confusa, mucha sangre pictórica de la que se nota es de mentiritas, unos cuantos caballos rentados pero bien enjalmados, una mini orgia de espaldas que no muestra nada sexual y actuaciones amateurs como dios manda. También tiene las escenas de lucha con espadas estrambóticas con chispas y rayos dibujados cuadro por cuadro más moderadamente épicas, es decir menos espectaculares pero más entretenidas que uno se pueda echar al buche, guerreros que hacen volteretas estilo fuman-chu hiperbólico pero no aportan nada a la acción (la espada del protagonista se dispara como una lanza mortal cuya espectacularidad radica en un simple juego de cámara) y muchos extras eso si no se les puede negar enfocados en su trabajo de gritar, escupir y caerse muertos. Es esta la constante de este cine, su precariedad en cuanto a presupuesto no le quita lo cool .la serie B exige cierta disposición anímica y amplitud de criterio casi patológico del espectador que una vez se obtiene lo hace co-autor de estas locuras. PYUN hace imágenes inolvidables, atolonicas, patea neuronas, pero no busca el mal gusto con vulgaridad, de eso no se le puede culpar. Al final de esta epopeya épica un letrero informa que muy pronto veremos su rutilante continuación lo que no sucedió hasta este año, la secuela protagonizada por KEVIN SORBO el famoso Hércules de la televisión y con ganador de Oscar abordo nada más ni nada menos que Christopher Plumer. 

 
CROWELL EL REY DE LOS BARBAROS es un debut rutilante y nada genial lo cual le hace inolvidable para los amantes de lo independiente, de lo auténticamente self made. PYUN es un artista singular y excéntrico que ha optado por la evasión comercial y el control total de su material manufacturando cintas videocluberas que consume un nicho especifico de desocupados a los que la entrega de Oscar, la alfombra roja, el boulevard de las estrellas o la palma de oro poco o nada les importa. Para aquellos que mientras sorben un refresco de cola dicen: yo podría hacer eso... pero mejor! PUYN es el Spielberg de los desencantados de ese cine starsystem que atosiga e impone estilos de vida inalcanzables, es el kubrik de los desentendidos, el stanislavky de los tartamudos que a punta de empirismo rechaza dogmas y escuelas snobs. Un director que ha hecho realidad sus más absurdos sueños cinematográficos y las pesadillas de muchos puristas y críticos.


Por Christian Dorian

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