“La Pointe Courte” es una pequeña aldea de pescadores en el sur de Francia, cuya humilde existencia se ha visto alterada de forma reciente, ante la prohibición de realizar sus labores de pesca en una pequeña laguna del lugar. Un hombre joven, nacido en la localidad, espera a su esposa que viene de París, para pasar unos días en el lugar, sin embargo ella, llena de dudas sobre el matrimonio, vacila en solicitar el divorcio. Ambos reflexionan sobre su situación, teniendo el día a día de la aldea como trasfondo.
“Ser felices a cualquier precio es lo que nos ha llevado a esta situación… ¿Nos amamos de verdad o vivimos juntos por costumbre?”
Sin ningún tipo de experiencia cinematográfica, la en ese entonces fotógrafa Agnès Varda decide filmar su ópera prima “La Pointe Courte”, tras varios días de trabajar en el lugar, captando imágenes para un amigo con una enfermedad terminal que ya no podía visitar el lugar. Autofinanciada con un limitado presupuesto, con un guion escrito por ella misma, y utilizando en su mayoría actores no profesionales (sólo dos profesionales), el filme mezcla elementos de ficción con una estética documental, inspirada en el neorrealismo. Los lentos y temblorosos movimientos de cámara nos descubren el horizonte del pueblo pesquero, que fundido en nítido blanco y negro tiende a mostrar una apariencia hipnótica, elegante y surrealista, a pesar de su carácter humilde y simple.
El filme claramente se divide en dos tramas que ven unidas intrínsecamente, por un lado el día a día del pueblo, sus pescadores y los problemas que se enfrentan por las recientes restricciones a la pesca en la zona, los dramas familiares normales y la cruda vida de las afueras; mientras que por otro lado está el idilio de la joven pareja que llega al lugar, quienes en medio de reflexiones filosóficas deciden el futuro de su matrimonio. La combinación de estéticas y el forzado intelectualismo convertiría al filme en el principal referente de la “Nouvelle Vague”, causando incluso los celos de Alain Resnais, quien trabajó como editor de la misma, y quien vio en “La Pointe Courte”, el estilo de filme que él mismo quería hacer. Abstracción y problemas sociales, filosofía y realidad, reclamos a las instituciones de gobierno, a la sociedad, y gatos, muchos gatos, todas las marcas del cine de Agnès Varda, en su quizá injustamente olvidada primera cinta.
FICHA TÉCNICA:
Nombre: “La Pointe Courte” (1955)
Director: Agnès Varda.
Guion: Agnès Varda.
Reparto: Silvia Monfort, Philippe Noiret.
Género: Drama, Cine Experimental.
País: Francia.