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"Cinema Paradiso"

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domingo, 24 de febrero de 2019

"The Insider / El Dilema" de Michael Mann (1999) - Por Paul Torres

LA CORRUPCIÓN EN EL CINE

THE INSIDER / EL DILEMA (1999)

Dirección: Michael Mann



Sinopsis: Jeffrey Wigand, científico y directivo de la famosa tabacalera norteamericana Brown & Williamson, descubre el secreto que la industria del tabaco oculta celosamente: las sustancias que crean adicción en los fumadores. Lowell Bergman, un productor televisivo, arriesga su carrera al invitar a su programa a Wigand, que ve cómo su vida se desmorona tras revelar la verdad a la opinión pública; pero nadie saldrá indemne de esta batalla contra las tabacaleras. (FILMAFFINITY)



‘El dilema’ es el culmen del estilo de Mann, obsesionado por los formulismos más vacuos en films precedentes no exentos de ideas muy interesantes que luego se ahogaban en un esteticismo que era insuficiente, tal es el caso de ‘El torreón’ (‘The Kept’ 1983), por ejemplo. La presente nos ofrece de nuevo una de esas historias de un hombre, normal y corriente, enfrentado a una poderosa empresa que le hará la vida imposible si viola su contrato de confidencialidad, y que para su lucha contará con el apoyo del productor de uno de los programas de televisión de mayor audiencia del país, en el que le invitará a relevar toda la verdad que descubrió cuando trabajaba para la tabacalera. 



Con la cámara siempre pegada a sus personajes, sobre todo al cogote cuando decide enfocarlos desde atrás, una fotografía obra de Dante Spinoti en su mejor colaboración con Mann —y dicho sea de paso, sin duda el mejor trabajo de fotografía de su carrera, marcando una conexión, obra del Mann, of course, con la psique de los personajes y su estado de ánimo—, y una música más que acertada de Lisa Gerrard y Pieter Bourke, Mann se centra sobre todo en la relación entre los dos personajes centrales, un hombre que debe ponerse a trabajar como profesor —un trabajo muy por debajo de sus posibilidades, pero que le acerca a la humildad más llana—, y un productor televisivo que ve cómo su palabra, que es ley allá a donde va, se rompe por intereses económicos. Dos historia en una, la de Wingad (Crowe), que se queda literalmente solo ante el peligro, ante la vida —impagable secuencia en el hotel, en la que todo alrededor de Crowe se distorsiona para dar paso a una visión de sus dos hijas, despidiéndose.


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