SINOPSIS
Kanji Watanabe (Takashi Shimura) es un viejo funcionario público que arrastra una vida monótona y gris, sin hacer prácticamente nada. Sin embargo, no es consciente del vacío de su existencia hasta que un día descubre que padece un cáncer incurable. Con la certeza de que el fin de sus días se acerca, surge en él la necesidad de buscarle un sentido a la vida, y hacer algo que no ha hecho durante 30 años, vivir.
LA DECADENCIA DE LA SOCIEDAD
En “Ikiru / Vivir”, el maestro Akira Kurosawa examina temas tan atemporales como la ineficiencia de la burocracia o el deterioro de las relaciones familiares, como trasfondo para la trama principal de la historia, la búsqueda del sentido de la vida. Y es que el Sr. Watanabe, representa todo lo malo que podríamos esperar de un burócrata, consumido por su monótono y vacío trabajo, mientras se deshace de las quejas de los ciudadanos, con excusas que son parte de su rutina diaria. Él no sabe lo vana de su vida, hasta que descubre su mal. Es ahí cuando realmente se da cuenta, de que no tiene a nadie que lo aprecie de verdad, sus subordinados esperan el día que abandone su puesto, mientras que su hijo y nuera que solo viven para ellos mismos, aparentemente solo les importa el dinero que el viejo les deje.
La sarcástica representación de la burocracia japonesa, en los primeros 10 minutos de la película, es sin dudas una gran crítica a los aparatos gubernamentales en general, que no hacen más que mantener a funcionarios parasitarios que evitan a toda costa cumplir las necesidades del pueblo, una epidemia que puede verse casi en cualquier país del mundo. Y es que como el mismo Sr. Watanabe menciona, él no trabaja, solo deja pasar el tiempo…
A pesar de no ser una mala persona, Kanji Watanabe no es inocente, sabe muy bien que aunque dedicó toda su vida a su hijo y a su trabajo, se olvidó de algo muy importante: vivir. Es por eso que al descubrir su mal, no se lo cuenta a nadie, ya que ha descubierto algo peor, no tiene con quien compartirlo. El sentimiento de soledad, nunca fue más triste que la expresiva mirada de Takashi Shimura, quien hace un estupendo trabajo para transmitir la impotencia del burócrata moribundo.
EL SENTIDO DE LA VIDA
La principal trama de la historia es la búsqueda del sentido de la vida por parte del Sr. Watanabe, en un principio busca una respuesta en el alcohol, el encuentro con un escritor y la presentación de la vida nocturna japonesa de la época, entre máquinas tragamonedas, más alcohol y prostitutas, le hacen ver que esa no es la salida.
Por influencia de la Srita. Toyo, pronto el Sr. Watanabe descubre que la felicidad está más cerca de lo que él pensaba, y termina rebelándose contra la inercia de la burocracia municipal, ayudando a las personas que antes ignoraba, demostrando que su existencia no ha sido inútil. La alegría, aunque momentánea, vuelve a la vida del decrépito protagonista, encontrando por fin el sentido de su vida.
¿Cuál es el sentido de nuestras vidas?, ¿acaso es tener un trabajo que pague las cuentas?, ¿o estar rodeado de personas que nos quieren?, ¿quizá sea esperar que nuestro paso por el mundo deje huella?, al fin y al cabo cada persona es un mundo y esperar encontrar un significado a algo que está por encima de nosotros, puede resultar en una búsqueda inútil, pero para aquellos que nos hemos sentido perdidos en más de algún momento de nuestra efímera existencia, es algo que puede ser reconfortante, lo importante es que esa búsqueda valga la pena y que lo que encontremos (bueno o malo), nos sirva en el futuro, o en el mejor de los casos, en el final…
FICHA TÉCNICA.
Película: “Ikiru / Vivir” (1952)
País: Japón
Director: Akira Kurosawa
Guión: Akira Kurosawa, Shinobu Hashimoto, Hideo Oguni; inspirada parcialmente en la novela: “La muerte de Ivan Ilyich” de Leon Tolstoi.
Reparto: Takashi Shimura, Nobuo Kaneko, Kyôko Seki, Makoto Kobori, Kumeko Urabe, Yoshie Minami, Miki Odagiri, Kamatari Fujiwara.
Género: Drama, Drama Psicológico.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario