FICHA TECNICA:
Dirección: Gaspar Noé
Reparto: Phillipe Nahon, Blandine Lenoir, Frankie Pain, Martine Audrain, Jean-Francois Rauger.
Género: Drama Thriller
Pais: Francia
Guión Gaspar Noé
Francia 1980, Un carnicero (Philippe Nahon) vive solo con su hija tras ser abandonado por su mujer. Un día la niña tiene su primera regla y corre hasta la carnicería de su padre que, al ver la sangre, cree que la pequeña ha sido violada. El carnicero sale enfurecido de la tienda y acaba agrediendo a un inocente. La niña es internada y él encerrado en prisión (FILMAFFINITY).
Según Kant, el hombre está dotado de universalidad, es decir, en el concepto humano se encuentran todos los hombres. Cada hombre, por consiguiente, es un ejemplo particular de el Hombre como noción universal. Pero tenemos a Sartre, que desde su existencialismo ateo se pregunta ¿qué pasaría si todo el mundo procediera de la misma manera? El hombre, para Sartre, es el único que no solamente es tal como él mismo se concibe, sino que es tal como él se quiere: no es otra cosa que lo que él se hace, un proyecto que se vive subjetivamente.
Podemos resumir el pensamiento de Sartre en este sentido como sigue: la existencia del ser humano es anterior a su esencia; no hay nada parecido a una “naturaleza humana” en el sentido que lo entiende la filosofía escolástica o racionalista. No existen normas, principios o valores establecidos de una vez y para siempre; éstos dependen de las distintas situaciones. Esto le crea una inseguridad al ser humano, que lo sume en la desesperación, de la que sólo puede librarse por medio de la acción. Una acción que, a su vez, sólo es comprensible desde la perspectiva de la libertad humana, concebida no como algo dado desde el principio, sino como una tarea y un objetivo que el individuo debe perseguir durante toda su vida. Y es por esto que no se puede negar que el existencialismo, filosofía orientada a conseguir mayores cotas de libertad y de perfección para el ser humano, sea, Sarte dixit, un verdadero humanismo.
“El Carnicero”, ya desde el título del film, es una criatura eminentemente sartriana. Desde el punto de vista del aislamiento del personaje, de su soledad (física y existencial), de esa voz de su conciencia que lo interroga y que se responde por sí sola desde el relato en off de Philippe Nahon, Noé nos conduce hacia esas otras características de la moral existencialista de las que nos hablaba Sartre: la angustia, el desamparo, la desesperación, la mala fe (la buena, por oposición), la responsabilidad, la moral laica. Es evidente que “el Carnicero” tiene su propia moral, o, al menos, desea construirla y consumarla luego de su estancia en la cárcel. El personaje (el hombre) arrastra su historia y su procedencia y desde allí debe proyectarse al futuro, al “porvenir virgen” según Sartre. El hombre, está condenado a ser libre. Y arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace. (Escrito para "La ultima butaca a la izquierda)
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