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"Cinema Paradiso"

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martes, 28 de marzo de 2017

CIENCIA FICCIÓN, CUANDO EL FUTURO NOS ALCANCE: “FAHRENHEIT 451” DE FRANÇOIS TRUFFAUT, (1966) - Por Frank Binueza.



FICHA TÉCNICA:
País: Reino Unido, Francia, Estados Unidos.
Guión: François Truffaut y Jean-Louis Richard, basado en “Fahrenheit 451”de Ray Bradbury.
Reparto: Oskar Werner, Julie Christie, y Cyril Cusack.
Género: Drama, Ciencia Ficción.


SINOPSIS.
En una sociedad futurista, en donde la lectura está prohibida por el Estado, la unidad de bomberos “Fahrenheit 451” tiene como función ir a los domicilios, buscar y quemar los libros que los subversivos leen y guardan a escondidas. Uno de estos bomberos, Montag (Oskar Werner), conoce un día a una joven maestra Clarissa (Julie Christie) y entre ellos comienza una relación de mutuo entendimiento, a través de la cual el propio Montag empezará a despertar su curiosidad por la lectura, llegando incluso a esconder libros en su propia casa a riesgo de ser descubierto por su superficial esposa, Linda (interpretada por la misma Julie Christie) y sus superiores...

LA TEMPERATURA A LA QUE ARDE EL PAPEL.


El nombre de la película: “Fahrenheit 451” se refiere a la temperatura en la que el papel de los libros empiezan a arder, es el nombre que ha adoptado la unidad de bomberos que han abandonado su misión inicial de apagar incendios (“ya que todas las casas son anti-incendios”), y se han convertido en unos verdaderos pirómanos.


Es así como en la adaptación del maestro Truffaut de la novela distópica de Ray Bradbury, se da el primer acercamiento entre los personajes principales, Montag y Clarissa, un breve encuentro en el que un dedicado bombero ve arder su mundo con una simple pregunta: ¿Eres feliz?.  


CIENCIA FICCIÓN A TRAVÉS DE PERSONAJES.

Si bien este es uno de los filmes de Truffaut que más dividieron a la crítica, éste supo recrear el ambiente futurista de la obra original, utilizando mínimos recursos, apoyándose en las actuaciones de sus protagonistas y un ambiente de opresión muy bien logrado, con pocos y malogrados efectos especiales. Cabe mencionar que este fue el primer filme de Truffaut a colores, y el único en inglés.


Oskar Werner como el protagonista “Montag”, hace un papel fantástico, que pasa de ser un hombre conformista a un libre pensador. Sin embargo los altercados durante la filmación con François Truffaut, arruinaron la relación de trabajo que tenían desde hacía años. Julie Christie interpreta dos papeles diametralmente opuestos, por un lado “Clarissa” una enigmática y algo parlanchina profesora que introduce la semilla de la curiosidad el protagonista, y por otro lado “Linda” la superficial y hedonista esposa de Montag.

“Todos tenemos que ser iguales. La única manera de ser feliz es que todos sean iguales”

Cabe mencionar el papel de Cyril Cusack, y su excelente interpretación del “Capitán de Bomberos”, quien con su lapidaria frase: “Todos tenemos que ser iguales. La única manera de ser feliz es que todos sean iguales”, nos resume el trasfondo de control al que está sometida esta sociedad.



CONTROL Y OTRAS DROGAS.

Toda la historia está marcada por un sinfín de menciones de control del pensamiento de las masas, a través de los deportes (“para que la gente esté feliz, y no piense de más”); mediante la televisión “interactiva” y el programa “La Familia”, del cual es fanática la esposa de Montag; y por las píldoras que impulsivamente todos toman para sentirse con vida.


El constante temor hacia todas las instituciones de gobierno, nos recuerdan a los gobiernos otrora populistas de nuestros tiempos que se han convertido en verdaderas tiranías, mientras que los pueblos están adormecidos por los medios de comunicación y otras cortinas de humo. Mientras que los librepensadores son perseguidos y exiliados, en favor de una sociedad más “feliz”.

Si bien todo el aspecto filosófico está muy bien cimentado, el aspecto futurista queda un poco fuera de lugar. En muchos aspectos tecnológicos, el mundo creado por Truffaut no dista demasiado de nuestra realidad contemporánea, con trenes elevados y casas modernas con grandes pantallas planas; sin embargo tanto la ambientación (con un toque demasiado sesentero para ser considerado como “futurista”), el camión de bomberos (demasiado retro), y en especial las contadas escenas con “artefactos futuristas”, nos dejan una sensación contradictoria sobre lo que se considera “moderno”. Aún con sus fallos, “Fahrenheit 451” es una cinta que nos invita a rebelarnos contra la opresión de los gobiernos, y contra lo socialmente aceptable, en búsqueda del conocimiento y el autodescubrimiento.

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