ESPARTACO (Stanley Kubrick, 1960)
Tenía 11 años la primera vez que la ví y me sublevó el
corazón la historia de un esclavo que se rebelaba contra sus opresores, armaba
un ejército y se lanzaba a la lucha contra un imperio. Pero no pudieron ganar,
aquellos eran muchos más y su comandante dijo a los rebeldes que podía perdonarles
la vida si identificaban al líder sedicioso, entonces él iba a levantarse para
salvar a los suyos cuando su amigo se adelantó y gritó: Yo soy Espartaco! y
luego otro y muchos más después. Aquella era la solidaridad de hombres libres
que preferían la muerte a la esclavitud y yo, desde mi butaca, también quería
ser ESPARTACO.
Posiblemente la historia la conozcan todos y sería ocioso
ahondar en su sinopsis, también es probable que una gran mayoría sepa las
anécdotas que ocurrieron durante la filmación y es poco seguro que alguien con
amor al 7mo arte no la considere como una de las obras más grandes no solo del
peplum sino del cine en general.
Comenzó cuando Kirk Douglas compró la novela de Howard Fast
y le encargó el guión a Dalton Trumbo, la leyenda impulsada por el mismo
Douglas dice que aquel fue el día en que la lista negra McCarthiana se
derrumbó, contrató en sus labores de productor a Anthony Mann para que la
dirigiera, pero al ser una producción de presupuesto inmenso temió perder el
control y lo despidió llamando a un joven director, más manejable, pensaría él,
llamado Stanley Kubrick con quien ya había trabajado en la magnífica SENDEROS
DE GLORIA, pero pronto se dio cuenta que en cuestión de egos la cosa iba
pareja, y terminarían odiándose aunque Douglas reconoció que Kubrick era
"UNA MIERDA TALENTOSA".
Y talento involucrado había por doquier, todos esos actores
británicos que encarnarían a romanos (Olivier, Ustinov, Laughton), americanos
en roles de esclavos (Douglas, Curtis, Ireland, Strode) y la bella Jean Simmons
como Varinia. Y la música, qué impresionante la banda sonora de Alex North, y
la fotografía, y todo... absolutamente todo.
Espartaco marcó en el cine un hito, era espectáculo con
mensaje. Hoy, 57 años más tarde no pierde un gramo en su valoración, puede ser
que la serie de televisión tuviera más sangre, sudor y sexo, pero la película
de 1960 es insuperable.
Y tenía espacio para la poesía. Porque Antonino, el
personaje de Curtis, luego de escapar al acecho sexual de Craso se une a los
esclavos, es un poeta cuya recitación sobre el regreso a casa emociona a
Espartaco. Hay un tiempo para luchar y otro para recitar. Aprendamos a recitar.
Podría llenar muchas más líneas porque adoro este filme y aun
así me quedaría corto, no obstante me resta expresar que si hubo una película
que despertó en mí la cinefilia más incondicional fue ésta. ¡Yo soy Espartaco!
Particularmente recuerdo la escena eliminada de "Las conchas y los caracoles" donde veladamente el personaje de Laurence Olivier le declara su bisexualidad a su esclavo interpretado por Tony Curtis.
ResponderBorrarPosteriormente fue incluida y la voz de Olivier fue doblada por Anthony Hopkins.
BorrarExacto en su momento fue censurada porque no cumplía con el Código Hayes.
BorrarComo disfruté de esta genial película, actuaciones, fotografía,Todo!! luego la historia la volvieron a contar en Gladiator de Rusell Crow y posteriormente en la serie de tv "Spartacus, sangre y arena" la cual se influenció mucho más de este film de Kubrick
ResponderBorrarYo también soy Espartaco!
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